Más allá de la responsabilidad… Accountability, actitud para lograr objetivos

De un tiempo a esta parte hemos ido introduciendo ciertas palabras o frases en inglés en nuestro vocabulario cotidiano, sobre todo en la esfera de los negocios. Una de ellas es: “Accountability”.

 

Para conocer un poco más del significado de esta palabra la disgregaremos:

Accountability: Account + ability (habilidad para rendir cuenta del resultado)

Otra que vale la pena también disgregar es:

Responsabilidad: Response + ability (habilidad para responder)

 

A partir de estas “distinciones” podemos definir responsabilidad como la habilidad que tiene una persona para cumplir fielmente con la labor encomendada. Esta tarea puede ser dada de manera expresa (pedir a alguien que haga  algo muy puntual), o estar contenida en la definición del puesto y las funciones del mismo. A veces en el ambiente laboral nos encontramos con personas muy responsables, puesto que cumplen con diligencia y efectividad las indicaciones señaladas y en sintonía con las funciones que tienen a cargo; aparte de ello pueden ser personas confiables dentro de la organización. 

 

Sin embargo, cumplir con determinada función o tarea no es suficiente para alcanzar los resultados que demanda la empresa o la organización; se necesita tener actitud y orientación al logro y al cumplimiento de objetivos, además de capacidad creativa para responder con habilidad  cuando la tarea no está alcanzando el resultado deseado. En estas circunstancias esperamos que la persona a la que se le ha encomendado la labor no se quede conforme solo con haberla cumplido sino que busque soluciones a las circunstancias que se presenten. Que no se detenga ante los obstáculos sino que creativamente encuentre nuevas acciones para alcanzar el resultado y no pare hasta haberlo obtenido. A esta última “actitud” o competencia se le llama accountability. A esto hay que añadirle la habilidad para comunicar el resultado que se haya obtenido.

 

Pongamos un ejemplo:

El día lunes un jefe necesita tener una reunión con un proveedor, para el viernes a las 9 de la mañana. Llama a uno de sus colaboradores y le explica lo que está sucediendo, es decir, la necesidad de convocar al proveedor a una reunión para ese día: “Por favor, te agradeceré mandes un email o llames al proveedor y lo cites para el viernes.” El colaborador regresa a su oficina, manda un email al proveedor con copia a su jefe y da por concluida la tarea. Llega el día viernes en la mañana, el jefe se dirige al colaborador y le dice: “Nos vemos en mi oficina a las 9 am para la reunión con el proveedor”, a lo que el colaborador asiente. Llega las 9 de la mañana y el proveedor no llega. Ante el reclamo del jefe por la ausencia del proveedor el colaborador se limita a decir: “Yo le mandé el email”. Este es un caso típico de persona responsable: ejecutó la tarea de manera efectiva, obedeció diligentemente a su jefe y probablemente con la rapidez que ameritaba la solicitud. Sin embargo, el resultado no se dio.

 

Veamos cómo ejecutaría la tarea una persona que además de ser responsable es “accountable”: el colaborador mandó el email ejecutando la tarea asignada. Posteriormente, al término del día si no recibió respuesta del proveedor le volvió a mandar otro email con “confirmación de recibido y leído”. A los pocos días de esto, lo llama para asegurarse de la recepción del email y la confirmación de su asistencia a la reunión. Le solicita su número de teléfono celular, le pregunta si tiene whatsapp y le pide permiso para comunicarse con él o ella por ese medio. Entra al outlook y agenda la reunión convocando a los participantes invitados: jefe, el proveedor y quien considera debería estar en la reunión. El día anterior, lo llama o le manda un whatsapp para re-confirmar y recordarle de la reunión del día siguiente a las 9 de la mañana en la oficina del jefe.  

 

Este último caso: llamar al proveedor o mándale un email para citarlo para el viernes 9 am no es lo único que hace el colaborador, éste no se queda conforme con cumplir solo la tarea sino que se compromete con el resultado final y se involucra creativamente con lo encomendado a fin que el resultado se de. No le bastó con sólo ejecutar la tarea. Finalmente, este colaborador estará en capacidad de rendir cuenta de los resultados que necesita su organización.

 

El mercado laboral demanda personas “accountables” y no sólo responsables. Tu éxito profesional depende de ello.

 

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