Equilibrio de vida

Impacto de la gestión del equilibrio vida personal/trabajo en los resultados de la empresa

El equilibrio entre la vida laboral y la personal le permite a todo trabajador reconocer cómo el trabajo le permite alcanzar determinados objetivos personales y familiares en su vida.

  1. Las personas trabajan, entre otras cosas, por dos razones fundamentales:
    Conseguir los medios económicos para pagar sus gastos y obligaciones (sustentar su crecimiento personal (manutención, vivienda, estudios, cuidado de la salud, diversión, etc.), y
  2. Ejercer una práctica laboral o profesional que le haga sentirse útil y que aporta a la sociedad con su trabajo. Para esto requiere que el entorno sea de aprendizaje, de autonomía y que se sienta empoderado en función a su nivel de desarrollo técnico o profesional.

En resumidas cuentas las personas quieren tener una realización personal y material al involucrarse como trabajador dependiente en una empresa. También se suele hacer referencia a otras dos razones no menos importantes como son el tener oportunidades para socializar y pertenecer a un grupo de personas (desarrollar amistades) y el poder contribuir con una causa de índole trascendente. Esto último ocurre cuando la empresa en la que labora está comprometida en una actividad de responsabilidad socio-ambiental.

Cuando la realización profesional, material, social y trascendente están presentes, el individuo siente estar manejando su vida desde el equilibrio somático entre mente, cuerpo, emoción y espíritu, siente que da lo mejor de sí, eleva sus niveles de motivación, siente que deja un legado y está contribuyendo y querrá permanecer más tiempo en la empresa. Ya sea por la baja rotación de personal, por la motivación, por la capacidad creativa e innovadora, por el compromiso y/o la excelencia al dar lo mejor de sí, los negocios se van a ver sustancialmente beneficiados con la mayor productividad resultante.

Relación entre los estados del ser o valores y el equilibrio en la vida

Por lo general toda persona acepta un puesto de trabajo porque quiere alcanzar determinados objetivos personales. A estos objetivos se les suele llamar OBJETIVOS FINALES. Esos objetivos no son el fin en sí mismos si no el medio para alcanzar determinados valores o estados del ser tales como seguridad, autonomía, tranquilidad, paz, satisfacción, sentido de logro o propósito, felicidad, conexión con otros seres humanos (dentro de los cuales está su familia), etc. Trabajo toda mi vida con la finalidad de alcanzar esos objetivos para poder experimentar esos estados del ser o valores últimos. Lo que ocurre es que muchas veces (más de lo que nos imaginamos) las personas “viven” para alcanzar la felicidad (como ejemplo de valor) cuando los objetivos se hayan cumplido “al final de sus días” sin darse cuenta que se están pasando toda la vida siendo infelices.

Una pregunta poderosa en estas circunstancias es ¿Qué podrías hacer de manera diferente para sentir esos estados del ser o vivir esos valores durante toda tu vida y no solamente al final de la jornada? De allí que se diferencien los objetivos finales de los OBJETIVOS DE PROCESO. Estos últimos tienen que ver con lo que deseo alcanzar en puntos intermedios de mi vida y están directamente vinculados con el equilibrio vida personal y vida laboral.

Trabajar horas de horas por semana para no poder disfrutar ni un minuto de todo aquello que es tan y más importante para un ser humano como su familia, sus amigos, sus otros propósitos en la vida, el descanso, el arte, el deporte, etc., puede carecer de sentido y puede terminar desconectando al individuo de su verdadero sentido de propósito, desmotivarlo y por consiguiente mermar su productividad, su compromiso, su excelencia y no dar lo mejor de sí.

Prácticas para el equilibrio en la vida

  • Gestión adecuada del tiempo.
  • Capacitación y experiencia práctica permanente.
  • Asertividad.
  • Autoconocimiento y solución de los problemas emocionales.
  • Delegación.
  • Técnicas de priorización.
  • Identificación y desmontaje de creencias limitantes y construcción de creencias potenciadoras.
  • Proactividad, energía, iniciativa, planificar, organizar, estructurar, ordenar.
  • Tomar decisiones difíciles.

Prácticas a evitar para un buen equilibrio en la vida

  • No culpar a otros.
  • Eliminar las quejas persistentes y los disfraces o caretas. En pocas palabras, ser auténtico.
  • Eliminar la tendencia a controlarlo todo y el micromanagement.
  • Evitar la “procrastinación”.
  • Desenfocarse, no tener objetivos y metas claras, no medir y no hacer seguimiento.

 

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